Alteraciones funcionales, metabólicas o estructurales que se producen en los tejidos isquémicos y que son el resultado de la restauración del flujo de sangre a dichos tejidos (REPERFUSIÓN), incluida la inflamación, la hemorragia, la necrosis, y el daño derivado de los radicales libres. El ejemplo más común es la LESIÓN POR REPERFUSIÓN MIOCÁRDICA.