Casos registrados "toxoplasmosis ocular"
(Traducidos del inglés con Altavista Babel Fish)

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1/125. La extensión ascendente de una zona atrófica del epitelio retiniano del pigmento se asoció a toxoplasmosis macular congénita.

    PROPÓSITO: Para divulgar un caso inusual de la zona atrófica gravitacional del epitelio retiniano del pigmento en una mujer mayor de 20 años. MÉTODOS: Informe del caso. RESULTADOS: El paciente tenía coriorretinitis toxoplasmic congénita cicatricial macular en ambos ojos. En el ojo derecho, una zona atrófica del epitelio retiniano del pigmento que originaba del margen superior de la cicatriz macular extendió hacia arriba hacia la periferia retiniana. CONCLUSIÓN: La dirección ascendente inusual de la zona atrófica del epitelio retiniano del pigmento se puede explicar por la posición principal dentro del útero durante la fase activa de la enfermedad coriorretinal. ( info)

2/125. Toxoplasmosis retiniana externa punteada en un niño seropositivo.

    PROPÓSITO: Para descubrir si la capa externa de la retina puede ser el sitio para la toxoplasmosis en pacientes de SIDA. MÉTODOS: Reexaminaron a un niño seropositivo, que tenía previamente una examinación ocular normal, tres meses más adelante. Esta examinación demostró las lesiones retinianas externas compatibles con la toxoplasmosis y los títulos positivos de IgM y de IgG específicos para ese organismo, a pesar de la pequeña gota en la cuenta CD4. RESULTADOS: Durante la primera examinación, los anticuerpos para la toxoplasmosis eran negativos. En la carta recordativa de los tres-meses, los anticuerpos de la anti-toxoplasmosis eran positivos y el resto del workup era negativa, sugiriendo una correlación fuerte con el patient' patrón del fondo de s. CONCLUSIÓN: Describimos un caso del uveitis retiniano externo punteado de la toxoplasmosis, que se ha asociado previamente a los anfitriones inmunocompetentes. , Sin embargo, creemos que puede ser visto en pacientes immunocompromised también. ( info)

3/125. Uso de la reacción en cadena de polimerasa para la diagnosis de la toxoplasmosis ocular.

    OBJETIVO: Para divulgar una cohorte de los pacientes en quienes la reacción en cadena de polimerasa (polimerización en cadena) fue realizada en muestras vítreas y poner en perspectiva el papel actual de la polimerización en cadena en la diagnosis de la toxoplasmosis ocular. DISEÑO: Serie del caso de Noncomparative. PARTICIPANTES: Quince pacientes en quienes el retinochoroiditis toxoplasmic era considerado en la diagnosis diferenciada y en quienes la presentación clínica no era diagnóstico y/o respuesta al tratamiento eran inadecuados. INTERVENCIÓN: Examinación del líquido vítreo por la polimerización en cadena y del suero para la presencia de anticuerpos toxoplasma-específicos. MEDIDAS PRINCIPALES DEL RESULTADO: Presencia de DNA del gondii del toxoplasma, de resultados de la prueba serológica, de conclusiones clínicas, de tratamiento, y de resultado. RESULTADOS: En 7 de 15 pacientes, los resultados flúidos vítreos de la examinación por la polimerización en cadena eran positivos para la presencia de DNA del gondii del T. Cinco de estos siete pacientes tenían resultados de la prueba serológica constantes con la infección del toxoplasma adquirida en el pasado distante; los otros dos pacientes tenían resultados de la prueba serológica constantes con retinochoroiditis en el ajuste de la toxoplasmosis aguda. Los resultados de la polimerización en cadena influenciaron a la gerencia de estos pacientes en seises de los siete casos positivos. En los ocho pacientes a quienes la examinación vítrea da lugar era negativa por la polimerización en cadena, cualquier serología del toxoplasma era la negativa (6), las lesiones retinianas fueron causadas por el citomegalovirus (1), o, en la consideración adicional, las muestras del ojo no eran constantes con las del retinochoroiditis toxoplasmic (1). CONCLUSIÓN: En los pacientes en quienes la toxoplasmosis se considera en la diagnosis diferenciada pero en quién la presentación es anormal, la polimerización en cadena era con frecuencia una ayuda de diagnóstico útil. ( info)

4/125. toxoplasmosis ocular congénita presumida en dos hermanos sucesivos.

    Presentamos los casos de 2 hermanos consecutivos con las lesiones maculares bilaterales, de las cuales hay evidencia clínica y del laboratorio fuerte que apoya la diagnosis de la toxoplasmosis ocular congénita. Estos casos mencionan la posibilidad de la parasitemia maternal durante la reinfección del gondii del toxoplasma, llevando a la transmisión al feto y a la toxoplasmosis ocular congénita a pesar de inmunidad anterior y a la carencia de un disturbio inmune en la madre. ( info)

5/125. Retinochoroiditis toxoplasmic difuso como la manifestación inicial del síndrome adquirido de la inmunodeficiencia.

    El retinochoroiditis de Toxoplasmic es una infección retiniana oportunista importante en el virus de inmunodeficiencia humana (vih) - pacientes infectados. Puede presentar como retinochoroiditis de necrotización difuso en vez de una lesión focal y puede ser la manifestación inicial de la infección vih. Un hombre heterosexual de 50 años presentó con la visión borrosa en su ojo izquierdo de 3 months' duración. La examinación del fondo reveló retinochoroiditis de necrotización difuso, principalmente en el poste posterior, con vitritis marcado en el ojo izquierdo. Los estudios serológicos y los títulos flúidos acuosos del anticuerpo indicaron la infección toxoplasmic reciente. Los immunoensayos positivos de la enzima (EIA) y las pruebas occidentales de la mancha blanca /negra probaron la infección vih. El retinochoroiditis y el vitritis mejoraron después de un régimen antitoxoplasmic con el trimethoprim-sulfamethoxazole (TMP-SMX). No obstante, la encefalitis toxoplasmic desarrolló 6 meses después del inicio de la toxoplasmosis ocular y respondió bien a TMP-SMX. Éste es el primer caso del retinochoroiditis toxoplasmic como la manifestación inicial del SIDA divulgado en Taiwán. Sugerimos que la infección del toxoplasma sea incluida en la diagnosis diferenciada del retinochoroiditis y del vitritis de necrotización difusos. También recomendamos que defiendan a los adultos con toxoplasmosis ocular nuevamente diagnosticada para la infección vih. ( info)

6/125. iridociclitis aguda en un paciente con el SIDA diagnosticado como toxoplasmosis por la polimerización en cadena.

    PROPÓSITO: Para estudiar la etiología de una iridociclitis aguda en un paciente con el SIDA usando análisis de la reacción en cadena de polimerasa (polimerización en cadena) del humor acuoso. MÉTODOS: Informe del caso que describe a un paciente diagnosticado con retinochoroiditis toxoplasmic en su ojo izquierdo. Él paró su tratamiento después de tres semanas y desarrolló posteriormente una iridociclitis aguda sin coriorretinitis en el ojo compañero. El paracentesis anterior del compartimiento fue realizado y el humor acuoso fue probado por la polimerización en cadena. RESULTADOS: La polimerización en cadena del humor acuoso demostró la positividad para el gondii del toxoplasma. La iridociclitis respondió al dexamethasone tópico y al tratamiento oral con pirimetamina y sulfadiazine. CONCLUSIÓN: La polimerización en cadena es un método eficaz para diagnosticar iridociclitis toxoplasmic en un paciente con el SIDA. ( info)

7/125. coriorretinitis linfocítica del virus del choriomeningitis mímica toxoplasmosis ocular en dos niños de otra manera normales.

    PROPÓSITO: Para divulgar las lesiones maculares unilaterales, mímico cicatrices toxoplasmic, en dos niños con la evidencia serológica de la infección linfocítica del virus del choriomeningitis. MÉTODOS: Informes del caso. RESULTADOS: Los pacientes eran 4 y 5 años, con serologies negativos del toxoplasma y ninguna muestra del sarampión, del citomegalovirus, o de la infección del simplex de herpes (evaluación de la ANTORCHA). La infección linfocítica del virus del choriomeningitis fue detectada en ambos casos por análisis enzima-ligado del inmunosorbente y confirmada por immunoblotting occidental. Los modos de infección eran desconocidos; no se divulgó ninguna historia de la infección linfocítica sistémica sintomática del virus del choriomeningitis, y los serologies linfocíticos del virus del choriomeningitis eran negativos en las madres de los pacientes. Las examinaciones neurológicas y la proyección de imagen de resonancia magnética del cerebro eran normales. CONCLUSIÓN: Nuestras observaciones sugieren que las cicatrices coriorretinales puedan ser una manifestación aislada de la infección linfocítica del virus del choriomeningitis. ( info)

8/125. Resultados oftalmológicos en niños con toxoplasmosis congénita. Informe de un estudio anticipado sueco de la investigación de la toxoplasmosis congénita con dos años de carta recordativa.

    La toxoplasmosis congénita puede llevar a la debilitación visual severa o a las secuelas neurológicas en el niño. PROPÓSITO: Para estudiar la severidad de la disfunción oftalmológica primaria y última durante un estudio anticipado de la incidencia de la toxoplasmosis congénita en los condados de Estocolmo y de Skane. MÉTODOS: La sangre recogió en tarjetas del phenylketonuria (PKU) a partir de 40.978 niños consecutivamente llevados fue investigada para los anticuerpos del antitoxoplasma. Trataron por 12 meses con terapia antiparásito y fueron seguidos a los niños con toxoplasmosis congénita verificada ophthalmologically, neurológicamente y serológico cada tercer mes. RESULTADOS: Tres niños tenían toxoplasmosis congénita. Dos de éstos eran asintomáticos en el nacimiento y habrían escapado la detección temprana sin la investigación. Un niño tenía la debilitación visual severa unilateral e implicación del CNS. La incidencia de la toxoplasmosis congénita era menos que 1:10,000. CONCLUSIÓN: La investigación neonatal es de la importancia para diagnosticar a niños infectados asintomáticos con toxoplasmosis congénita pues el tratamiento se ha demostrado para reducir secuelas de largo plazo. Las investigaciones oftalmológicas deben comenzar temprano y continuar en cooperación con pediatras. ( info)

9/125. Implicación ocular en toxoplasmosis sistémica: un informe del caso.

    Divulgamos un caso de la toxoplasmosis adquirida adulto con la implicación ocular en una hembra inmunocompetente de 29 años. El paciente tenía una enfermedad por aproximadamente 3 semanas caracterizadas por la linfadenopatía, el malestar y la erupción que fue diagnosticada serológico como toxoplasmosis. A la hora de diagnosis, ella desarrolló muestras y síntomas del choroiditis del retino. Ella tenía evidencia serológica de la infección del citomegalovirus (CMV) así como la infección reciente del toxoplasma. Trataron al paciente con el pyrimethanime, el sulfadiazone y el ácido fólico por 6 semanas, más la prednisona por 4 semanas, durante las cuales la enfermedad resolvió. La toxoplasmosis es una infección del protozoario que ocurre por todo el mundo, y es la causa más común del retinochoroiditis infeccioso en individuos de otra manera sanos. La mayoría de los casos de la infección del toxoplasma en el adulto inmunocompetente son asintomáticos. La presentación clínica más común es linfadenopatía localizada. Las muestras oculares, que son comunes en toxoplasmosis congénito adquirida, pueden raramente ser la única manifestación de la toxoplasmosis sistémica adquirida. Se ha sugerido que la infección concomitante con un virus de la DNA, tal como CMV o virus de simplex de herpes, puede facilitar la penetración de protozoos en las células, o que el estímulo antigénico de los antígenos del toxoplasma puede activar CMV latente endógeno en el recipiente. La ocurrencia de la implicación ocular durante toxoplasmosis y de su asociación con un virus de la DNA se repasa. ( info)

10/125. clindamicina y dexamethasone de Intravitreal para el retinochoroiditis toxoplasmic.

    FONDO Y OBJETIVO: Para presentar un nuevo método para la gerencia del retinochoroiditis toxoplasmic (TRC). MÉTODOS: Los pacientes eran hembras que se extendían en edad a partir del 10 a 61 años (promedio 26.5). Cuatro ojos de 4 pacientes fueron tratados con las inyecciones intravitreal el magnesio 1.0 de la clindamicina del magnesio en 0.1 ml y 1.0 del dexamethasone en 0.1 ml. Las inyecciones fueron dadas bajo anestesia general o peribulbar. Tres pacientes continuaron una droga sistémica. La carta recordativa se extendió a partir del 11 a 26 meses (medio 17.5). RESULTADOS: Una respuesta favorable fue observada en cada ojo en el plazo de dos semanas después de las inyecciones intravitreal. Todos los pacientes requirieron 2 a 4 inyecciones intravitreal en el ojo afectado para el control de TRC. La agudeza visual mejoró en cada ojo. El disco y el macula fueron preservados en todos los ojos. La repetición fue observada en un caso, que respondió a una inyección intravitreal repetida de la clindamicina y del dexamethasone. CONCLUSIONES: Las inyecciones de Intravitreal de la clindamicina y del dexamethasone se toleran y pueden bien ofrecer una estrategia adicional para tratar TRC en los pacientes que no pueden producir o tolerar terapia sistémica, o cuya enfermedad progresa a pesar de terapia sistémica. ( info)
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